miércoles, mayo 03, 2006

Cáñamo

Salud en la evasión de la rutina encorvada,
pasión en la emoción de la moral curvada,
arabesco en la conmoción del contorno del humo.

Cuanto daño sin sanción,
cuanta deuda, a lo sumo;

privar a uno de emoción,
cariño y letra;

terminar con su canción,
provocar su severa
perdida completa de audición:
sordera!

Vive en la eternidad

Oh, tarde de mi vida,
presagio de verdad,
raices en la herida,
eternidad;

tu entrega se repite
en mi nocturnidad,
recurrente, compite
con mi mediocre liviandad.

Oh, tarde de mi vida,
asume tu torpeza,
ahorca a la pereza.

Declara tu verdad,
mutila al pudor:
vive en la eternidad.