Huir

Estoy barado, como una ballena en la orilla
reposo y santo se idearon en arcilla
nunca fui manso, y en mis oidos retumba
la llamada de la súbita huida.

Volver a escapar, es mi alternativa
huir de esta convivencia furtiva
con el hacedor de mis trastornos
sube la ira, queman los hornos.

Estoy cansado.
No tengo hambre,
no he hablado.

Y mi silencio sale
agotado
huyendo a la deriva.

El precipicio

El precipicio, el principio
del final, el juicio
muere lo banal
rima lo anormal.

El precipicio me llevo al suicidio
mi mente era un presidio
suspirando voces un fatal
destino de muerte carnal.

El precipicio, una espera
una enferma oportunidad
una oportuna enfermedad.

El precipicio de la soledad
rima estos versos, y disuena
en mi desesperanza.

Dos amigos

Dos amigos,
desde la ruina
suspiro
dos amigos.

La indiferencia
y el desatino,
cantando a coro,
dos amigos.

Que remedio hallaré
ante la enfermedad
Dios o el vino.

Que remedio, libre de maldad
¿el suicidio?
Dos amigos.

Justicia

En Líbano suenan los tambores,
en mi ciudad tumbados, los cartones
cubren personas perdidas
observadas por genocidas.

En Jerusalem un muro se lamenta
y sus hombres fomentan la tormenta,
los civiles huyen como ratas
al compás de las contratas.

América vende un sueño zafio,
asesina en pos de la venganza
mi ciudad hiere como una lanza

en el costado de aquel que marcó el tiempo
sólo me queda mi silencio
el animal de mi ciudad se desvarata
a cada gesto.

No hay argumentos.

Obeso

Obeso es pariente de exceso,
camino arrastando peso,
rimando agarro la pena
con mi silueta tan llena.

Hinchado asiento huesos
en sufridas reuniones, besos
reparten acciones llenas
en sociedad de sonrisas buenas;

pero surge el recelo
apelo al despecho
mi exceso

camina orondo y hueco,
define un circulo espeso
que soy yo.

Esperanza

Quizás trás de sí esconde el mundo
una lumbre que acoge, el camino
que hace de los hombres un sino
entre la felicidad y el luto.

Quizás trás de sí esconde el mundo
una sonata de llantos y vicios
que deviene en ebrios suplicios
entre la cadencia y el susto.

Es solo una conjetura,
un deseo volente,
una desventura

pero aún puede
el sirviente ser señor,
aún la furia de un verso
hace el amor solvente.

Sueños

Dar un paso en un jardín de locos,
dilucidar un ansia en imagen,
conquistar una voluntad al margen
de la monotonía de los pocos.

Iniciar una virgen ilusión de locos,
comprar un pasatiempo que hace sangre,
conquistar una voluntad al margen
de la sincronía de los pocos.

Sueños, voluntad e imagen
totalidad de un proyecto roto
al margen de los devotos

iniciando el paso salen
como procesión de rostros rotos;
conquistar una voluntad al margen.